EL PERRO QUE VA A MISA
La dueña de este pastor alemán llamado Chico, falleció hace tres meses.
Él todos los días, visita la iglesia donde solía ir y donde fue su funeral esperando pacientemente su regreso.
Chico simplemente se sienta al lado del altar, en silencio, con la esperanza de ver a su dueña, Doña Maria…
“Él está allí cada vez que celebramos la Misa y se comporta muy bien, no hace ruido, no ladra”Dice el padre Donato Panna.
“Él va a misa todos los días, espera pacientemente al lado del altar y se sienta en silencio. No tengo corazón para sacarlo”.
Esta es una lección de amor y lealtad que solo los perros nos dan.
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